miércoles, 30 de septiembre de 2009

SIGLAS II

Asumió emocionado la presidencia de la AMIA.
En su primer discurso, en el auditorio de la sede de la calle Pasteur, no pudo dejar de recordar su infancia, cuando aportaba en las alcancías del KKL, su época de estudiante en ORT y sus primeros pasos como líder de educación no formal en NCI. Además calificó de inolvidables sus años como director de juventud en el CSHA, en SIO y finalmente en la SHA.
Aunque apadrinado por CUJA y por las mujeres ricas de la WIZO algunos, sus enemigos políticos, le endilgaron su fallido mandato al frente de la OSA y su polémico pasado en la DAIA, cuando cayeron el Banco Mayo y el Patricios.
Finalmente, en un mar de lágrimas y luego de dedicar su discurso a los sobrevivientes de la SHOÁ, pidió a los macaberos de FACCMA y a los americanos del JOINT que se comprometan y que no dejen de aportar: “dinero para oxigenar la tarea educativa de BAMAH”, dijo él. “Dólares para construir su casa en CISSAB”, dijeron ellos.

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