martes, 26 de enero de 2010

DIDI

"Didi, Monja tibetana", el anuncio se dejó leer en la revista.
El teléfono correspondía a una casa ubicada en el barrio de Caballito, muy cercana a la mía. Tomé el aparato y disqué esos siete números.
Una aguda y dulce voz de mujer me atendió del otro lado. En un dificultoso castellano, me dio una cita: vernes a las 18.