viernes, 26 de febrero de 2010

FIESTA DEL REENCUENTRO

Todavía estoy movilizado.
Ayer, finalmente, después de tanto insistirme sobre el asunto, se me dio: participé de una fiesta del reencuentro conmigo mismo.
Reconozco que fue bastante difícil ubicarme y  sobre todo ganarme mi atención: me llamé a mi casa, dejé mi voz grabada en el contestador, pero simulé una y otra vez, no haberla escuchado. Me esperé a la salida de mis trabajos, conseguí mi número de celular e intenté enviarme sin éxito varios mensajes de texto.
Hasta que después de tanta insistencia decidí dejar de zafar de mi mismo y contesté el último de los mails que me envié bajo el título: “urgente, último llamado”.
Mi paciencia dio sus frutos. A los pocos minutos me respondí el correo aceptando la propuesta y excusándome por no haber contestado antes: “es que no había recibido los mensajes”, me mentí.
Nos citamos el viernes a las cuatro de la tarde en un lugar muy querido por nosotros donde pasamos hermosos momentos de nuestra infancia: la plaza Misericordia en el barrio de Flores.
La cosa, el reencuentro fue un poco corto, frívolo y fugaz, pero interesante.
Estuvimos yo y yo. Los dos.
Llegamos de buen humor, vestidos con la misma ropa y con una botella de agua mineral sin gas, en la mano derecha. "Estas igual”, nos saludamos.
Preferimos evitar los bancos de madera: nos sentamos en el pasto y prendimos un porro para relajarnos.
Recordamos viejas anécdotas, enmarcadas en desteñidas imágenes polaroids. Nos contamos que fue de cada uno de nosotros y nos reímos de muchas de nuestras antiguas y recientes torpezas. Sobre todo, nos lamentamos por tantos años de lejanía.
La cosa, el reencuentro, duró un poco más de una hora, porque yo tenía otros compromisos. Y yo también.
El final estuvo bueno, aunque de manual: nos abrazamos emocionados, nos deseamos suerte y nos juramos, casi sin creernos, con probada desconfianza, y al menos en forma virtual, encontrarnos más seguido. De vez en cuando. Tal vez.

7 comentarios:

juan dijo...

feliz reencuentro, yo ando perdido y no me encuentro, cómo hiciste?

laura desde neuqén dijo...

genial texto

pablo dijo...

qué bueno, flaco, gracias por este texrto

aula dijo...

jajajaj muy ingenioso

jorge dijo...

groso, texto, muy psi!

magalí dijo...

Que bueno un encuentro con uno mismo, aunque "de vez en cuando. Tal vez" suenen (también) a excusas.
Interesante espacio.
Slds

Jesi dijo...

Muy bueno...