La pared es un fierro. Corta. Sangra.
Por delante, la corteza chorrea y dibuja semicírculos sobre la madera.
Velocidad torpe y sincera.
Debajo de la escalera, el mareo avisa que el tajo fue más allá de acá.
Sin previo aviso. Profundo.
De este lado del charco, la celebración ingresa por las alcantarillas que dejan los fríos cálculos de siempre.
La cabeza va a cicatrizar.
Risas.
4 comentarios:
corto fierro. genial!
lindo texto, katzo!
cuidado con esa cabeza cortante
juana de neuquén
està bueno abrir la cabeza!
seba
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